Pública
Se inicia un nuevo capítulo en mi formación profesional: ¡mis prácticas como psicopedagoga! Este momento representa no solo un paso importante en mi carrera profesional y como estudiante, sino también una oportunidad para poner en práctica todo lo aprendido hasta ahora. A unos días de comenzar, me embarga una mezcla de emoción e incertidumbre, pues se trata de un momento muy esperado y crucial en mi formación, y tengo varias expectativas que espero cumplir: En primer lugar, me gustaría poder aplicar todos los conocimientos y aprendizajes de manera práctica en un entorno diferente al que estoy acostumbrada a trabajar, y me gustaría poder ampliar así mismo, mis herramientas como futura psicopedagoga. Por tanto, especial mención en el deseo de mejorar mi proceso de indagación ante cualquier demanda, guiada de mi tutora de prácticas y su equipo, con el fin de ampliar y formarme en técnicas, herramientas y metodologías actuales, que me permitan llevar a cabo diseños de calidad y desarrollar estrategias analíticas que orienten mi intervención en la práctica. En segundo lugar, desarrollar también mis habilidades sociales y de comunicación que me impulsen a colaborar con profesionales del sector, aportando mi granito de arena y generando un impacto positivo que sume a crear un aprendizaje colaborativo. La importancia del trabajo en equipo ya que, permite diseñar la intervención psicopedagógica a partir de diferentes perspectivas y propuestas en común. Tal y como representa el juego del Tangram, cualquier proceso de intervención con el alumnado implica el engranaje de diferentes perspectivas. El trabajo colaborativo es clave para comprender cualquier demanda y construir conjuntamente una respuesta interventora de calidad. En tercer lugar, me gustaría acercarme a realidades diversas con mi alumnado, abrir la mirada hacia sus necesidades y poder entender sus desafíos y motivaciones con el fin de ayudarles en su desarrollo integral construyendo vínculos positivos que favorezcan su bienestar. Para mí la clave no es solo crear un ambiente inclusivo, sino formar parte de él, valorando la diversidad a través de una práctica honesta, empática y con escucha activa, tanto del alumno/a como del profesional que me guiará en el proceso. Por último y no menos importante, me gustaría que esta experiencia me hiciera crecer como profesional, invitándome a la reflexión crítica y personal que me permita seguir formándome para poder dedicarme a la psicopedagogía desde una mirada educativa. Estoy deseando comenzar psicopedagogía y exprimir lo máximo posible de esta experiencia. “La psicopedagogía implica un enfoque holístico: La educación debe ser vista como un proceso continuo en el que todos los actores implicados, tanto docentes como estudiantes y familias, juegan un papel fundamental. Esta perspectiva promueve el desarrollo integral de la persona y no solo la acumulación de conocimientos.” (Coll, 2019).
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